lunes, 5 de octubre de 2009

Tadaimaaa

Según la hora española, son las 8:29, según la hora local, las 15:29. En cualquier caso,¡hemos llegado a Tokyo!

Estamos moliditos como el café de Colombia. Irene ha caido inconsciente hace 10 minutos y yo debería hacer lo propio para poder aprovechar la tarde con alguna ruta, pero antes había que cumplir con el blog ;)

Salimos el domingo a las 3:15 de la madrugada de casa, gracias a mis sufridos padres que vinieron a recogernos a esas horas intempestivas.

La facturación fue medianamente normal salvo que, lo que son las cosas, no pudieron darnos todas las tarjetas de embarque (si no no hay emoción). Al final nos juntamos con mis tarjetas de Madrid-Roma, Roma-Tokyo y con la de Irene Madrid-Roma.

¿Y cómo llega la novia a Tokyo? Os preguntaréis.

Pues no nos quedó otra que llegar a Roma y salir como si fuéramos a la cuna del Imperio no-galáctico y esperar por el aeropuerto pacientemente para facturar de nuevo (con lo que odio los controles en los que siempre pito, argh).

En Barajas, por cierto, compartimos cola con los más chungos de Italia. Parece que tenían un problema con los billetes (o el equipaje, no me quedó claro) de los niños que iban con ellos (se negaban a pagar un suplemento y querían llamar a la policía)

Sobre todo recuerdo emocionado el ímpetu de la madre amagando lanzarse contra la pobre muchacha del mostrador gritando descontrolada.

Llegamos a Roma a las 8:30, y nuestro vuelo a Tokyo salía a las 14:50, así que tuvimos que andar moribundos con las mochilas por la terminal. Irene intentó tumbarse un rato, sin demasiado éxito, en unos bancos.

Hay que señalar que en el fondo sí fue un éxito, porque descubrimos más tarde que la chica que dormitaba en esa misma fila de bancos estaba algo ida, y cada 10 minutos levantaba la cabeza y gritaba incoherencias a cualquiera que pasaba.

Ya de paso vimos una mini-manifestación de trabajadores del aeropuerto.

Todo son emociones cuando sales de casa.

Sin mucha novedad más, pasamos a la fase 2 del viaje: Roma-Tokyo, que es lo que yo calificaría de paliza suprema (12 horas de vuelo del tirón, madre).

Así que llegamos a la capital nipona a las 10:00 hora local, 2:00 hora cristiana, y comenzamos la ruta de pasar la aduana, canjear el Japan Rail Pass, cambiar los dineros, y pillar el tren desde Narita hacia Shinjuku para nuestro primer destino, el hotel Listel Shinjuku donde estamos ahora mismo.

Por cierto que Japón está hoy mayoritariamente nublado y lluvioso, pero mola muchoooooo

La gente es majísima, sólo con sacar el mapa buscando el hotel se nos han acercado dos personas a ofrecernos ayuda para localizarlo (eso y un policía nos ha enseñado la placa para preguntarnos si éramos americanos ¿? yo siempre pensé que parecía un terrorista islámico por la puntería que tengo siempre con los policías XD)

El hotel es minimalista pero apañao, por la noche a ver si subo algunas fotos.

Y por ahora, aquí lo dejo, que me caigo de sueño, seguiremos informando.

Haaasta luego.

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