viernes, 3 de julio de 2009

Capítulo II: El registro civil contraataca

Buenos días a todos,

escribo esta mañana desde el trabajo, aprovechando que estoy monitorizando un curso online y no puedo hacer nada más que escuchar y mirar de vez en cuando la pantalla para ver que todo va bien (aún me queda una hora aquí sentado sin hacer nada, agh)

Escribo esta mañana desde el estupor, el asombro, el aturdimiento... los mitos se vuelven reales. La administración resultó ser un ente prehistórico y yo pensando que era súper-moderna (mal acostumbrado estoy por la oficina virtual de la Agencia Tributaria).

En cuanto me descuide me aparece Pandora con la caja para liarla parda... o ahora lo mismo Pandora es cuidadora de piscinas y mezcla ácido clorhídrico con otras porquerías en su cajita.

En fin, comencemos con el relato:

Ayer volvimos al registro civil para iniciar el expediente matrimonial. Recordad intrépidos lectores que estuvimos hace un buen puñado de tiempo para pedir hora.

Esta vez no tuvimos que madrugar, ni hacer una cola del Copón Bendito en la entrada... llegamos alegremente a las 12:40 Hoshime, el menda y nuestra guapísima y encantadora testigo Nuri (habrá que buscarle un nombre clave, que queda raro entre tanto nombre friki).

Llegamos felizmente a la quinta planta, donde el calor es la Ley inquebrantable, y después de dejar nuestro numerito de la cita (que teníamos a las 13:00) nos sentamos en la sala a esperar.

El calor continuaba, la gente iba y venía, hacía cola o interrumpía la cola (siguiendo las instrucciones de los propios funcionarios).

Iban llamando a la gente que esperaba, un tras otro...

Y dos horas después, nos llamaron (cómo nos habíamos convertido en los penúltimos y habíamos tenido que esperar 2 horas es un misterio para mí, pero tampoco le he dado muchas vueltas).

Cabe reseñar una vez más un par de elementos de la espera:

a) El aire acondicionado es un invento de las películas de ficción. Al menos eso deben pensar los que montaron las instalaciones de ese despacho.

b) Las arañas son tus amigas, y si son enormes, mejor. Si no decídselo a la mega-araña que pululaba por la sala entre las sillas. No es una tarántula pero una araña con el cuerpo tan ancho como mi meñique tampoco es una miniatura. ¿Habrán oido hablar de la desinsectación?

c) Ver cómo pasa una pareja y le dicen al testigo: "no, tú quédate y dame el DNI sólo, que no tenemos silla para ti"... sin comentarios.

d) Me dan mucha penita los pobres que trabajan ahí, eso sí son condiciones inhumanas. Que alguien les imprima un cartel por Dios, que han tenido que pintar uno en un cartón cutre con edding.

Vale, el caso es que por fin nos llamaron, y pasamos.

Nos tocó la misma mujer que nos dio la cita hace unas semanas, una mujer muy maja. Entregamos papeles, firmamos cosas... y entonces hago "la pregunta":

"¿Para cuándo estaría?"

Y entonces nos dan "la respuesta":

"Estamos dando fecha para el principio de octubre"

"Pero... tenemos el restaurante reservado para el 3 de octubre"

"Ufff bueno, voy a intentar ponéroslo para el 22 de septiembre, pero no puedo prometeros nada".

"Yo es que pensé que se tardaba un par de meses, pero no conté con que agosto no era mes hábil"

"No no, si agosto sí es hábil, pero en agosto el Fiscal no firma nada"

En este momento me enorgullezco mucho de no tener sangre en las venas, porque la reacción normal sería ir a ver al fiscal y pegarle de hostias (con perdón).

Y de aquí es de donde viene mi estupor:

En pleno puto siglo XXI, la tramitación de expedientes matrimoniales depende de una única persona (que en realidad será su secretario/a) que en agosto, como imagino se va de vacaciones, paraliza toda la actividad de tramitación de expedientes. ¿Han oido hablar alguna vez de la palabra "sustituto"? Cuando nosotros nos vamos de vacaciones siempre se queda alguien que asume nuestras funciones, para no paralizar las cosas.

Este señor es más guay.

Para eso ya podía firmar el expediente el Rey.

En cualquier caso, la mujer que nos atendió que, insisto, era encantadora, no tiene culpa de nada así que mi indignación sólo puede ir dirigida contra el listo de las firmas y la (des)organización que subyace.

Ahora lo que queda es esperar al 22, rezar y hacer ofrendas a los dioses para que esté a tiempo, el día 22 dar el visto bueno y luego ir a recogerlo el 23 o 24 de septiembre.

Teniendo en cuenta que la boda es el día 3 de octubre, este tipo de cosas me dejan ssssúper tranquilo (en vez de tener un mes de margen de maniobra, tenemos una semana gracias a un sistema del neanderthal).

¿No conoceréis a alguien que sea capaz de acelerar expedientes matrimoniales no?

Seguiremos informando ;)

Haaaasta luego,

Abrahamdale

1 comentario:

  1. Bueno primo a ver si hay suerte y conseguis los papeles a tiempo!!!!

    Fucking burocracy!!!

    MUCHOS BESOS DESDE CANADA!!!!!

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