viernes, 12 de junio de 2009

Capítulo 1: El registro civil

"Y dijo Dios, por vuestra carencia de fe pagaréis con el sudor de vuestra frente, y con incontables colas de espera en la administración pública"

Mal acostumbrado a la Agencia Tributaria y su uso de las nuevas tecnologías, volver a la prehistoria es algo que siempre te deja marcado.

Hoy, amigos y amigas, hemos dado un pasito más hacia la meta final. Este pasito se llama "Inicio de expediente matrimonial en el registro civil... parte 1".

Lo primero de todo, que sepáis que para casarse por lo civil hay que tener un expediente matrimonial (como mencioné ayer). Para eso se necesitan los siguientes componentes básicos para la poción:

1) Partida de nacimiento (o certificado literal de nacimiento) que se puede obtener cómodamente por internet y te lo envían por correo postal (pongamos unos 10 días). Menos mal que ahí se lo han currado un poco.

2) Certificado histórico de empadronamiento (esto es, que acredite que has vivido en España los dos últimos años). Cosas de la vida, el certificado normal está disponible por internet, pero el histórico tiene que ser presencial. Menos mal que Hoshime pudo pasarse por Avenida de Asturias (el Padrón que nos corresponde) para pedir el suyo y el mío (previa autorización firmada con fotocopia de mi DNI, claro está).

3) Aparte de lo arriba mencionado hace falta fotocopia de los dni's y un testigo (familiar o amigo).

Pero vamos por partes que esto al principio nos ha resultado muy confuso.

Lo primero es la gestión del personal, que manda cojones, con perdón. Llegamos a las 8:00 (nos dormimos, nuestra intención era ir a las 7:00) y había una cola del copón bendito (y eso que abrían a las 9:00). Para las 9:00 la cola era el doble de larga (los bares de la zona se tienen que forrar).

Milagrosamente, a las 9:00 en punto se abrió la puerta y se desató el infierno (la verdad es que entramos todos a toda leche, salvo el lamentable momento "detector de metales", que siempre estoy vaciándome los bolsillos porque pito ineludiblemente, y Hoshime se descojonó de lo lindo cuando el de seguridad miraba con cara sospechosa mi destornillador sónico de Doctor Who).

El caso, después de vaciar varios minutos los bolsillos y volver a llenarlos, hicimos una mini cola (rapidita, eso sí) para preguntar en información que dónde y cómo rayos se iniciaba un expediente matrimonial.

Nos dieron unos papeles para rellenar y nos mandaron a la quinta planta.

Quinta planta, una cola en apariencia más pequeña que la de la entrada, pero de velocidad de avance muyyyyyyyy lenta (tardamos como unos 45 minutos en llegar al mostrador).

Lo entrañable es que en la cola todos los que íbamos a lo mismo íbamos igual de perdidos (mal de muchos...)

Mientras hacíamos cola rellenábamos los papelitos que nos dieron (que son las declaraciones juradas de que estamos solteros, vivimos en tal y cual sitio, etc).

Pasa el tiempo, avanza la cola con parsimonia. El sistema está estupendamente montado: es una sala medianamente pequeña, con lo que la cola llega hasta las escaleras de subida a la quinta planta. En el mostrador hay una sola persona que se encarga de atender la cola (ni ventanilla ni nada) al mismo tiempo que atiende consultas rápidas de los que se acercan, recepciona documentos de los que no necesitan hacer cola y de vez en cuando llama a gente para que se acerque a recoger algo.

De ahí que después de conseguir llegar al mostrador, tuviéramos aún que esperar 15 minutos mientras atendían a otra gente que se "colaba" para entregar papeles.

Y lo mejor, que viva la administración electrónica, fue cuando nos dieron cita para ir a iniciar el expediente, que lo apuntaron en un miserable cuaderno a boli. ¡Pero compradles un ordenador a los chavales y ponedles una base de datos por Dios!

A las 11:00 de la mañana ya estábamos fuera, eso sí, con un dolor de espalda de la leche y la promesa de un nuevo madrugón para hacer cola y venir, esta vez con refuerzos (gracias Nuriiii) para que nos haga de testigo en el inicio del expediente.

Al menos ya tenemos toda la documentación.

Inevitablemente me acuerdo de la cita previa de la Agencia Tributaria y me pregunto por qué no habrán hecho algún sistema similar para una cosa tan simple como pedir cita para un trámite en Pradillo 66.

Continúan las andanzas, aunque el tema papeleo tendrá su continuación el día 2 de julio del año de nuestro señor 2009.

¡Hasta luego!

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